—Esta es mi última advertencia. Muévete —los ojos de Yu Qi se estrecharon.
—Hermana en... —de repente Ren Qian Yi no pudo moverse.
—Ya te he dado mi advertencia. Pronto podrás moverte —Yu Qi se fue.
Yu Qi fue a un lugar donde no había nadie alrededor. Entró en el espacio.
—Aoi, ven. Tengo una misión para ti —dijo Yu Qi.
—Lo sé. Quieres encontrar a ese hombre, ¿verdad? Vamos —Aoi ya conocía el plan de su maestra.
Yu Qi sacó a Aoi del espacio. Yu Qi salió al exterior usando la puerta uno. Corría muy rápido, incluso los soldados guardias no lograron detenerla. La llamaban para que se detuviera, pero ella ni siquiera miró hacia atrás.
—Esa es la Doctora Tang, ¿verdad? —preguntó uno de los soldados guardias.
—Sí, ¿por qué tiene tanta prisa? —preguntó su camarada.
—¿Quién sabe?
Yu Qi aumentó su velocidad y corrió siguiendo a Aoi. Ahora, un humano normal no sería capaz de verla. Aoi la llevó al bosque. El bosque era conocido como la frontera entre dos naciones.