—Más te vale que mantengas tus manos lejos de mí, de lo contrario... —Yu Qi fulminó con la mirada su mano.
Bai Yu retiró rápidamente su mano. No era que no supiera cuán fuerte era la chica. Ella logró romper la mano del guardaespaldas así nomás.
—Cálmate Señorita Tang. Solo quiero tener una charla contigo —Bai Yu mostró una vez más su sonrisa encantadora.
—No tengo tiempo —Yu Qi lo rechazó sin considerarlo.
—Señorita Tang... —Bai Yu rogó en ese momento.
Aoi simplemente echó un vistazo a Bai Yu. Su maestra le había dicho que Bai Shu Jin ya había terminado sus estudios, por lo que no vendría más a ver a su maestra. Pero a juzgar por esta situación, pasaría lo mismo. Otro moscardón vino a molestar a su maestra.
¿Qué pensaría ese hombre si recibiera la noticia? ¿Se enfadaría? Probablemente estaría fermentando celos. Aoi se reía por dentro a pesar de su estoica cara de perro.