—Mi querida nieta, has sido muy dominante antes —El Abuelo Tang estaba muy feliz cuando su encantadora nieta había abofeteado a esa mujer.
—Se atrevió a insultarte. Necesitaba que le enseñaran una lección —Yu Qi estaba muy enfadada. Cuando estaba a punto de entrar en la habitación, escuchó el insulto que Su Yu Qing había lanzado a su abuelo.
Ya tenía enemistad con la familia de esa mujer. Entonces, estalló.
—Humph... Ella ya me llamó inútil. Así que no trataré a su hija aunque Wan Yi me lo pida. Que encuentre otro doctor —El Abuelo Tang asintió. Si el paciente rechazaba su tratamiento, no sería su pérdida.
—Abuelo, ya que estamos aquí, vamos a ver al Abuelo Su —Yu Qi sugirió.
Puesto que estaba aquí en la Nación Fanghai, quería ver el progreso de la construcción del invernadero aquí.
—¿Quieres comprar algunas semillas, verdad? —El Abuelo Tang pensó que su nieta quería comprar semillas para poder plantarlas en su país.