Yu Qi envió a Ming Xuehai a una clínica para tratar sus heridas. Al principio, Ming Xuehai rechazó la oferta. Insistió en que no era nada, solo algunos moretones.
—¿Por qué no quieres ir a tratar tus moretones? —preguntó Yu Qi.
Ming Xuehai guardó silencio. Realmente le daba vergüenza decir la razón. La razón era simple. Era por el dinero.
No tenía dinero extra para gastar. Dado que los moretones desaparecerían después de unos días, debería dejarlos estar en lugar de malgastar dinero tratándolos.
—Si es por dinero, no necesitas preocuparte por eso. Yo pagaré por ti —dijo Yu Qi.
—Pero... —Ming Xuehai quería rechazar.
Pero Yu Qi insistió. Ming Xuehai no quería que su diosa se enojara, así que siguió en silencio a su diosa para tratar sus moretones y heridas. El doctor lo atendió y dijo que no era nada, solo moretones y heridas normales. Estaría bien después de unos días.
—Oh, no. Mi trabajo —Ming Xuehai de repente gritó.
—¿Tu trabajo? —preguntó Chui Mei Fung.