Al día siguiente, ambos recorrieron la ciudad. Yu Qi intentaba encontrar la tienda que vendía las hierbas para así poder hacer un trato con ellos. La ciudad era bastante grande. Era muy animada. Rebosaba de gente y los negocios iban muy bien aquí.
Yu Qi pensó que si no encontraba la tienda de hierbas en la ciudad, tendría que abrir una aquí. Aunque la tienda de hierbas podría no ser tan popular, habría gente que las necesitara.
—Por favor, hermano, no me golpees. No me golpees.
Yu Qi escuchó algo. Por lo que oía, un grupo de personas estaba golpeando a alguien. Yu Qi no era una buena persona, pero al escuchar algo así, no pudo evitar ir a verlo.
—Hermana Mei Fung, por favor espérame aquí. No vayas a ningún lado —dijo Yu Qi a Chui Mei Fung, quien estaba comiendo algo frío en un día caluroso.
—Eh, ¿adónde vas a ir? —preguntó Chui Mei Fung.
—Tengo que hacer algo —Yu Qi simplemente sonrió sin explicarle a Chui Mei Fung.