Yu Qi entrecerró los ojos tras ver esta escena delante de ellas. Luego suspiró. Esto siempre le pasaba.
—Mis damas, entréguennos la copa que han comprado antes. De lo contrario, ya saben... —el hombre amenazó a las chicas.
—Oh, ¿por qué quieren la copa? —preguntó Yu Qi.
Ella creía saber por qué este grupo de hombres quería la copa dragón. Sabían que era una copa auténtica. Ya que alguien de la tienda de tasación le había filtrado la información a esos hombres para que así pudiesen arrancarles la copa dragón a las chicas.
—No necesitas saberlo. Dámela ahora mismo —el hombre pidió de nuevo la copa dragón.
—Yu Qi, ¿qué debemos hacer? —susurró Feng Yue.
Yu Qi observó a los hombres. Eran 5 de ellos. Ella podía manejarlos. Solo temía que mientras estaba ocupada con los otros hombres, otro atacara a Feng Yue.
—¿Crees que puedes manejar a uno o dos de ellos? —Yu Qi susurró de vuelta.