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Los doctores que habían limpiado las heridas de Mu Rong Xie informaron al Abuelo Sang que los gusanos habían desaparecido completamente después de una semana. Esto alivió al Abuelo Sang. Aún así, investigó la causa de esta extraña situación. Ahora también necesitaban pensar en cómo asegurarse de que las heridas se recuperaran por completo.
Mu Rong Xie estaba muy feliz cuando se enteró de la noticia de que los gusanos dentro de sus heridas habían desaparecido por completo. Por eso, quería deshacerse del vendaje.
Su Yu Qing y Mu Yian vinieron a visitarla. Se sintieron aliviadas al escuchar la noticia. Sin embargo, cuando las enfermeras abrieron el vendaje, los ojos de Mu Rong Xie se abrieron de par en par. No podía creer que su condición fuera muy mala y se viera muy fea.
—Mamá, mi cara... estoy desfigurada —Mu Rong Xie lloró.
