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—Parece que me conoces —Mu Li Zei le dijo al hombre en el suelo.
—Señor Mu, por favor, perdóneme —Ling Man inmediatamente suplicó a Mu Li Zei.
—No me importa si vendes tus cosas a otros, pero se las vendiste a mi hija —Mu Li Zei pisó la mano de Ling Han.
—¡Argh! —Ling Han gritó de dolor.
Mu Li Zei levantó el pie y dio un paso atrás. Sonrió a Ling Han.
—Bueno, puedo dejarte ir si me dices una cosa —Mu Li Zei dijo.
—¿Cosa? ¿De qué? —Ling Han quería saber desesperadamente ya que era su oportunidad de escapar.
—Dime quién es tu proveedor —Mu Li Zei sonrió.
Dado que era una fuente de dinero, Mu Li Zei pensó que sería bueno para él saberlo. Podría convertirlo en su negocio secundario.
—Está bien... Está bien... Te lo diré. Es... —Ling Han le contó todo a Mu Li Zei.
Mu Li Zei escuchó atentamente lo que Ling Han le contaba.
—Te he contado todo. ¿Puedes dejarme ir ahora? —Ling Man tenía muchas esperanzas.
