Era fin de semana. Yu Qi no tenía ninguna actividad. Después de correr por la mañana, ocupó su espacio experimentando con la medicina. La medicina era para el abuelo Mu.
De repente su teléfono sonó. Contestó sin mirar quién llamaba.
—Hola —dijo Yu Qi.
—Qi Qi —respondió Long Hui.
—¿Hermano Hui? —Yu Qi echó un vistazo a su teléfono. El nombre era realmente Long Hui.
—¿Qi Qi? —preguntó Long Hui.
—¿Sí? —respondió Yu Qi.
—¿Dónde estás ahora mismo? —preguntó Long Hui.
—En mi habitación —contestó Yu Qi.
—¿Puedes salir? —cuestionó Long Hui.
—¿Eh? —Yu Qi estaba sorprendida.
—Estoy parado frente a tu residencia, justo ahora —informó Long Hui.
—¿Eh? ¿De verdad? Espera un momento —Yu Qi expresó su asombro.
Yu Qi salió rápidamente del espacio. Aoi se quedó atónito. Normalmente, su amo también lo sacaba a pasear.
—¿Qué pasa? —Aoi miró a Bo Ya.
—Ese hombre vino —respondió Bo Ya. Ya que estaba dentro de la mente de Yu Qi, escuchó la conversación.
—Oh —Aoi hizo una 'O' con su boca.