Todos ellos siguieron a Tang Qin Hao hasta su oficina. La habitación era inesperadamente grande. Había un dormitorio, un baño y una mesa de reuniones aquí. Básicamente vivía aquí.
—Qin Hao, ¿no vuelves a casa? —le preguntó el Abuelo Tang.
—Tú tampoco vuelves a casa. —Tang Qin Hao respondió casualmente—. Es fácil aquí. Nadie me puede regañar.
—Humph, como quieras. —El Abuelo Tang dejó ese tema. Tampoco podía decir mucho porque él tampoco quería volver a casa.
—Deja que te presento. Esta es mi nieta y mi discípula. Yu Qi.
—Mucho gusto, Hermano Qin. —Yu Qi sonrió a Tang Qin Hao.
—Owh... Mucho gusto también. —Tang Qin Hao no preguntó mucho sobre su nueva hermana.
Cómo y dónde su abuelo la había encontrado, realmente no le importaba mucho. Si a su abuelo le gustaba, estaba bien para él. Tampoco tenía una hermana, de todas formas.
—Sobre Jin Wei, ¿sabes dónde está ahora? —El Abuelo Tang preguntó sobre otro de sus nietos.
—Ahora no, pero quizá sepa de Han Lee.
El Abuelo Tang reaccionó rápidamente a Tang Qin Hao. —No... No hace falta llamarlo. —El Abuelo Tang parecía asustado cuando Tang Qin Hao mencionó ese nombre.
Yu Qi se volvió hacia Feng Yue pidiendo alguna explicación. Feng Yue probablemente entendió la mirada de Yu Qi.
—El Abuelo Tang tiene 3 nietos. El mayor se llama Tang Han Lee. El segundo es Tang Jin Wei y por último él. —Feng Yue señaló a Tang Qin Hao y continuó—. El Hermano Jin Wei es muy juguetón. Le gusta mucho hacer bromas. Todas las enfermeras aquí realmente aprecian al Hermano Jin Wei. Mientras que el mayor, el Hermano Han Lee, es una persona seria. Incluso el Abuelo Tang le tiene miedo porque sus sermones cuando empieza son muy largos. Me tocó una vez que me regañara. Fue una tortura, una tortura, ya sabes. Desde entonces, si planeo hacer algo travieso, me aseguro de que el Hermano Han Lee no se entere.
Yu Qi sonrió cuando escuchó la historia de Feng Yue. Estos tres nietos del Abuelo Tang tenían caracteres diferentes. Una persona seria que puede torturar a alguien con sus regaños, una persona juguetona probablemente con el mismo carácter que el Abuelo Tang y por último un genio extraño. Estaba emocionada por conocer a los otros dos nietos del Abuelo Tang.
—No quiero ver a Han Lee, ese mocoso. No le pidas que venga. —El Abuelo Tang le dijo a Tang Qin Hao.
—Owh... Ok. Yo tampoco quiero verlo. —Tang Qin Hao tampoco quería ver a Tang Han Lee porque Tang Han Lee le regañaría sobre su estilo de vida. Sí, como dijo Feng Yue, una tortura.
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