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—La ceremonia de apertura del Ryokan Saisei finalmente se completó —dijo Yu Qi con alivio—. Ahora puedo tomar un respiro. Al día siguiente de la ceremonia de apertura, aquellas personas que obtuvieron el boleto gratuito para disfrutar del onsen llegaron, y el número era muy grande. La Hermana Chui Mei Fung tuvo que establecer otra regla: solo podían disfrutar del onsen durante dos horas para asegurarse de que todos los que vinieran pudieran disfrutar del onsen.
Yu Qi podía relajarse por ahora. Su invernadero tenía a Song Tao para administrarlo, su compañía de inversiones tenía a Su Yu Hi para dirigirlo y su ryokan tenía a la Hermana Chui Mei Fung para administrarlo. Además de eso, Su Yu Hi seguía siendo su asistente personal.
