El hombre continuó su carrera tras encontrarse con la persona que tanto deseaba ver. Sí, el hombre era Qin Xia. Había aprovechado la oportunidad para hablar con la persona que tanto deseaba ver. Usando la información que recibió de que ella estaría trotando en la mañana, la usó como su oportunidad para encontrarse con ella.
Ella seguía siendo la misma. Cautelosa como siempre con la persona que no conocía. También era educada. Aunque su aspecto no era el mismo que en el pasado, seguía siendo tan hermosa. Antes, parecía un hada de las flores, ahora parecía un ángel que había bajado del cielo.
Sin embargo, Qin Xia no esperaba que Yu Qi tuviera una bestia a su lado. El perro de raza husky siberiano era la bestia. Cuando acarició la cabeza del perro, pudo sentir la energía espiritual. También pudo sentir el vínculo entre los dos. El contrato de sangre.
