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Yu Qi ya había recuperado su salud al día siguiente. Quería encontrarse con el anciano que la había secuestrado. Bueno, para ser más precisos, quería preguntarle sobre el polvo blanco. Yu Qi obtuvo información de que el anciano y el hombre con cicatriz todavía estaban en la misma comisaría. Serían trasladados a la ciudad de Hiso en breve.
Yu Qi pidió al Tío Song Nan que la llevara a la comisaría donde estaban detenidos. El Abuelo Tang dio su permiso al Tío Song Nan para conducir a su nieta. No podía permitir que Yu Qi fuera allí sola.
El jefe de la comisaría reconoció a la chica. El Mayor Long le dijo que el anciano había sido arrestado en primer lugar porque secuestró a la chica que tenía delante. Entonces, para asegurarse de que el anciano se quedase tras las rejas por mucho tiempo, el Mayor Long proporcionó la evidencia de que el anciano había contrabandeado drogas al país.
—Bienvenida, Señorita —El jefe saludó a la chica—. ¿En qué puedo ayudarle?
