Yu Qi abrió los ojos y vio un techo blanco. Por el olor de este lugar, sabía que era un hospital. Recordó haber visto a Long Hui justo antes de perder la consciencia. Tuvo que haber sido él quien la trajo aquí.
Al mirar alrededor, vio al Abuelo Tang y a la Hermana Chu Xiao, hasta el Tío Song Nan estaba allí también. Su corazón de alguna manera se sentía muy cálido. Debieron haber estado preocupados por mí toda la noche, gracias a Dios que no les pasó nada.
—Qi Qi. —Yu Qi escuchó una voz, una voz que conocía. Mirando hacia la puerta vio a Long Hui entrar en su habitación. Yu Qj sonrió débilmente, feliz de verlo. Al ver a Ren Qian Yi detrás de Long Hui, Yu Qi se sorprendió.
—Gracias por salvarme. —Long Hui tomó la mano de Yu Qi. —Eres mi futura esposa, por supuesto, haría todo lo posible por cuidarte. —Luego besó su mano.
—¿Y esos hombres? —No te preocupes por ellos. Ya me he encargado de eso. —Long Hui aseguró a Yu Qi.