Long Hui dijo eso porque no quería que ese hombre se enamorara de su amada Qi Qi. Así que su solución fue encontrarle una novia. Con eso, Yu Qi sería solo suya.
—Es cierto —Yu Qi se rió. Después de un rato, la risa se detuvo.
Solo entonces, se pudo escuchar un rugido del estómago de alguien. Yu Qi miró a la Hermana Chu Xiao. La cara de la Hermana Chu Xiao se puso roja. Era su estómago el que protestaba pidiendo algo de comida.
—Lo siento, Hermana Chu Xiao. Vamos a comer —Yu Qi sostuvo la mano de su abuelo.
—Tú también, Hermano Hui —dijo Yu Qi.
Fueron a seleccionar la comida y se sentaron en el lugar preparado para ellos. Comieron la comida. La Hermana Chu Xiao se dirigió al postre ya que era fanática de los postres. Había muchos postres. Entonces, Yu Qi también comenzó a comer.
Long Hui, que no le gustaban las cosas dulces, terminó comiéndolas también porque Yu Qi las tomó para él. Bueno, ese era el poder del amor.