—Es por mi seguridad. La Familia Wang solía amenazarme por mi dinero. Sin mencionar que incluso la hija menor de la Familia Wang, Wang Ha Na, vino a verme a mi trabajo hace tres días pidiendo el dinero. Esa fue la razón —Yu Qi explicó la razón.
—Gracias por su cooperación, Señorita Tang. Si tiene alguna información de nuevo, por favor no dude en llamar a la policía y contarnos al respecto —el oficial de policía se levantó y se excusó.
—Esa Familia Wang. ¿Cómo se atreven a pedir el dinero de mi nieta? —El Abuelo Tang golpea la mesa.
—Pero me pregunto ¿dónde se habrá metido Wang Fu Ya? —Yu Qi tenía curiosidad por eso.
—Simplemente ignora a esa familia. No son nada para nosotros —dijo el Abuelo Tang.
—Sí. Escucharé a mi abuelo. ¿Quieres continuar con el masaje? —Yu Qi preguntó con una sonrisa sincera a su abuelo.
—Por supuesto. Lo estaba disfrutando hasta que llegó ese policía. Necesitas reiniciarlo —el Abuelo Tang exigió.
—De acuerdo. Cualquier cosa por mi querido abuelo.
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