Después de haberlos golpeado, sacó su teléfono con despreocupación y realizó una llamada.
—Hola, ¿es esta la comisaría?... Sí, quiero hacer una denuncia... Sí, una banda me atacó... ¿Motivo? No sé... ¿Lugar? Espera, preguntaré a alguien —. Yu Qi se dirigió al anciano que no había abandonado el lugar desde el principio.
—Abuelo, ¿cómo se llama este lugar? —Yu Qi le preguntó al anciano.
—Carretera de Shitang. Cerca del baño público —. El anciano respondió.
Hablando de nuevo al teléfono:
—Carretera de Shitang. Cerca del baño público... Sí...Oh, antes de que se me olvide, por favor manden un grupo de médicos aquí. Aproximadamente... —Yu Qi miró alrededor y calculó el número de hombres que la habían atacado justo ahora—. Unos diez hombres heridos aquí...Sí... Ok... —. Yu Qi agradeció al oficial de policía con quien habló y terminó la llamada.
—Los médicos vendrán. Solo relájate —. Yu Qi les dijo a los hombres a los que había golpeado.