—Maestra, Maestra, despierte. Ya es hora. —Usando su pequeña mano, Bo Ya dio unas palmaditas muy suaves en la mejilla de su maestra.
—Maestra. —Aoi también despertaba a su maestra.
Yu Qi abrió los ojos perezosamente. Bostezó. Había dormido bien. Últimamente, sentía que dormir en su espacio era mucho más seguro comparado con el mundo exterior. En el espacio, solo estaban los dos pequeñines alrededor. Así que, ya no estaría en peligro.
—¿Durmió bien la maestra? —preguntó Bo Ya.
—Bueno, me siento bien. —Yu Qi entró al pabellón para refrescarse.
Pasar seis horas en el espacio significaba que habían pasado tres horas en el mundo exterior. Suponiendo la hora, eran las tres de la mañana. Le quedaban otras tres horas extras. Tener este truco realmente la ayudaba a ahorrar tiempo.
—Bo Ya, Aoi, ¿tienen hambre? —Yu Qi le preguntó a sus dos pequeñines.
—Sí. —Bo Ya y Aoi dijeron 'sí' al unísono.
—¿Quieren que cocine? —Yu Qi preguntó de nuevo.
—Sí. —Una vez más, ellos respondieron.