—Yue, cuéntame —Yu Qi bromeaba con Feng Yue.
Ese hombre podría ser alguien para Feng Yue. Si no, ella no se comportaría así. Feng Yue miró a Yu Qi con cara de enfado.
—Humph. No te lo diré —dijo Feng Yue.
—Ya veo. Él es tu amor platónico —Yu Qi asintió varias veces.
—Yu Qi —Feng Yue la llamó a gritos.
Yu Qi se rió. Su amiga ya tenía a alguien que le gustaba. Eran buenas noticias. Pero no quería que Feng Yue se convirtiese en una de esas mujeres desesperadas.
—Está bien... Está bien... No te molestaré más —le dijo Yu Qi a Feng Yue—. ¿Qué tal tu vida aquí?
—Genial. Pero...
—Pero, ¿qué?
—Mi hermanastra está aquí. Estudia el mismo curso que yo.
—Ya veo.