—Solo tenemos alrededor de dos horas antes de que comience la charla. Ha Ting y yo queremos ir a almorzar temprano ya que no desayunamos esta mañana. ¿Quieres unirte a nosotras? —preguntó Ding Na An a Yu Qi.
—Bueno, todavía estoy llena del desayuno. Ustedes pueden comer mientras yo les espero.
Song Ha Ting seguía enfurruñada. Aoi se había escapado de ella.
—Él volverá para el almuerzo —le dijo Yu Qi a Song Ha Ting.
—Aoi, ¿quieres almuerzo? —Yu Qi habló con Aoi a través de la telepatía.
—¿Almuerzo? Claro que lo quiero —respondió Aoi.
—Entonces, regresa.
—¿Pero esa chica está contigo?
—Sí.
—No quiero encontrarme con ella.
—Entonces, olvida tu almuerzo.
—No... Maestra, estaré allí enseguida —gritó Aoi.
Esa chica no era para nada aterradora. No recibir almuerzo sí que era algo aterrador. «Simplemente ignoraré a la chica y correré después de almorzar». Así que Aoi decidió regresar al grupo de Yu Qi.