—Observando cómo la flecha viajaba por el aire, Shiro vio cómo la Hamoena la miraba.
—Antes de que pudiera siquiera gritar, la flecha explotó de repente mientras cientos de circuitos se clavaban en el cuerpo de la Hamoena.
*URAHHHH!!!!
—Debatiéndose de dolor, su cuerpo comenzó a torcerse y remodelarse en un intento de sacudirse los circuitos de encima.
—Sin embargo, los circuitos eran como miles de diminutas serpientes que masticaban constantemente la carne blanda.
—Entendiendo que su forma actual no podía luchar contra este extraño ser, la Hamoena hizo una pausa por un segundo antes de solidificar su cuerpo.
—Empujados hacia atrás por la repentina aparición de un caparazón duro, los circuitos retrocedieron por un momento antes de atacar con más entusiasmo.
—Alzando una ceja ante esto, Shiro retrocedió su arco y convocó otra flecha.
—Esta vez, los circuitos no corrompieron la flecha ya que era simplemente una flecha normal que ella podía convocar.
