Despertando temprano en la mañana, Shiro miró a su alrededor buscando un arroyo donde pudiera limpiarse rápidamente.
Después de un lavado rápido, se vistió de nuevo y llamó a la dríada ya que tenía algunas preguntas para ella en relación con las divinidades y cosas por el estilo. Dado que era un espíritu y tenía su propia divinidad, Shiro pensó que probablemente era una fuente de respuestas.
—¿Sí? ¿Querías hablar conmigo? —la dríada sonrió mientras aparecía desde un árbol cercano.
—Solo estoy preguntando, pero ¿qué son exactamente las divinidades? —Shiro preguntó mientras se sentaba en la raíz de un árbol.
—Bueno, las divinidades son bendiciones que te otorgan los dioses después de completar las pruebas. —la dríada respondió con una sonrisa.
—¿Entonces los dioses todavía están en este mundo?
