Buscando en sus recuerdos, Shiro recordó a la mujer de cabello blanco que vestía un vestido negro similar al suyo. Estaba parada en medio de un gran salón con motas de luz que danzaban a su alrededor.
Antes de dejar el espacio, la mujer se había vuelto hacia ella y articuló las palabras, buena suerte jovencita.
—Sí, esa era mi madre. Su identidad es muy especial como puedes imaginar debido a que ella es Caos. El hecho de que te haya bendecido significa que realmente eres el último salvavidas de este universo —Nyx sonrió.
—¿Con qué exactamente me bendijo? —preguntó Shiro con curiosidad.