—Oh vaya —abriendo sus ojos sorprendida, Mio se quedó impactada al descubrir que Shiro era en realidad la dueña de las armas de las que tanto se había hablado. Eran algo que los de las líneas de frente deseaban desesperadamente para que incluso aquellos de nivel más bajo pudieran impactar en una batalla a gran escala.
Después de todo, uno podía ver lo fácilmente que mataba a aventureros de alto nivel en Miriel cuando Shiro las mostró por primera vez al mundo.
—¿Eres la asesina fugitiva? —preguntó Mio.
—Ugh, no me gusta ese apodo, pero sí. Soy yo la que tiene estas armas. Si miras mi clase adecuada, verás que se llama Nanomante Sílfide Divino. La parte de Nanomante de mi clase es la que me permite conjurar armas que me ayudan a matar monstruos —explicó Shiro mientras le entregaba su cañón de mano a Mio.
—¿Qué es una Nanomante? —preguntó Mio examinando más de cerca el arma.