Después de terminar su desayuno, el grupo salió del hotel mientras Nan Tian los seguía por detrás.
—Ah cierto pequeño Tian, ¿qué nivel eres? Nunca respondiste a mi pregunta la última vez —preguntó Shiro, ya que tenía bastante curiosidad por saber a qué nivel estaba el pequeño mendigo ahora.
—¿Oh quieres saber mi nivel? Hmm… Lo mantendré en secreto. Después de todo, descubrir las cosas por ti mismo es parte de la diversión al hablar con la gente —sonrió Nan Tian.
—Che, ¿cuándo te volviste tan descarado eh? —Shiro hizo un clic con la lengua.
—Bueno, no diría descarado. Pero estoy seguro de que pronto alcanzarás mi nivel. Después de todo, no ha pasado ni un año y ya eres nivel 115 —señaló Nan Tian con una sonrisa mientras Shiro miraba hacia otro lado.
—Está bien, está bien, lo averiguaré por mi cuenta. Además, ¿qué tan difícil puede ser? No es como si fueras nivel 1000 ahora, ¿verdad? —Shiro se encogió de hombros.
—Entonces, ¿cuál es tu plan para hoy? —preguntó Nan Tian.