Después de terminar su comida, Shiro hizo que Lisandra la siguiera mientras el resto del grupo iba a un calabozo.
—Bueno, ya que tomaría un rato llegar a Japón si caminamos, busquemos un grupo que pueda ayudarnos a teletransportarnos allí. Preferiría que pudiéramos ir directamente a Tokio, pero cualquier lugar cercano también servirá —dijo Shiro con una sonrisa.
—Mn. Antes de eso, ¿estás segura de que está bien darles esos objetos? Si otras personas ven al grupo lleno de armas de tipo evolutivo, ¿no sería peligroso? —preguntó Lisandra con preocupación.
—Nah, está bien. Además, ya he instalado sistemas de disfraz en los objetos para que cuando 'evolucionen' al siguiente nivel, la apariencia y el nombre cambien también. Así no parece sospechoso, ¿verdad? —rió Shiro entre dientes.
—Ya veo. Cautelosa como siempre mamá —sonrió Lisandra.
—No lo diría, ya que todavía estoy dando a la gente la oportunidad de descubrir nanobots —negó con la cabeza Shiro.