Al escuchar a Nimue hablar, Shiro levantó las cejas en sorpresa.
—¿Sabes quién es ella? —dijo Shiro.
—Sí. Si no me equivoco, es uno de los espíritus más prestigiosos de nuestra raza. Iziuel, Espíritu del gran bosque —respondió Nimue ya que había conmoción evidente en su voz.
—No puedo creer que uno de los espíritus más poderosos sea utilizado como una batería para la raza élfica —su voz se ahogó en tristeza y angustia.
Permaneciendo en silencio, Shiro permitió que Nimue abandonara su reino de maná y se materializara.
—Ohya? Otra que me resulta familiar. Siéntete libre de decirme también quién eres. Es terriblemente aburrido aquí sola —preguntó Iziuel.
—Dama Iziuel, soy Nimue. Espíritu del lago. Fui una vez tu alumna —Nimue se arrodilló y bajó la cabeza en señal de respeto.