Tras vencer al jefe con relativa facilidad, Shiro y Yin salieron del calabozo con un montón recién reabastecido de Piedras de Maná.
Por supuesto, no salió sin hacer preparativos. Usando su camino fantasmal, Shiro se aseguró de que nadie pudiera verla salir del calabozo.
Revisando su teléfono, Shiro fue bombardeada por las noticias de que Nueva York finalmente había sido limpiada de monstruos engendrados por el tótem.
—Por fin —murmuró Shiro con una sonrisa.
Con la limpieza de monstruos en Nueva York, eso significaba que podría obtener la píldora de renacimiento de Nan Tian y también que podía llevar a Lírica y Madison a Gracia de Invierno.
—Hmm... Tal vez debería preguntar si Silvia quiere unirse a ellas también —reflexionó Shiro para sí misma antes de buscar el contacto de Silvia en su teléfono.
[Shiro: ¿Has oído las noticias? Nueva York ha sido limpiada.]
[Silvia: Acabo de enterarme ahora. ¿Y qué con eso?]
