Una vez se alejaron lo suficiente del edificio, Shiro suspiró aliviada.
—Fuu… Eso fue bastante exitoso, ¿no? —Shiro sonrió a sus dos guardias.
—Mn, ciertamente, segunda joven señorita —Nui asintió con la cabeza.
—Eh… ¿Quién eres tú? —La mujer preguntó confundida.
—¿Yo? Hmm… Mi nombre es Shiro —Shiro respondió ya que no tenía puesta su máscara en ese momento.
—Gracias, señorita Shiro, por salvar mi vida —La mujer hizo una leve reverencia.
—Ah no te preocupes, dime ¿cuál es tu nombre?
—Mi nombre es Velri. Ya no tengo apellido desde que fui vendida como esclava —Velri respondió.
—Hmm… Ya veo. Bueno, por ahora te llevaré a nuestro lugar y te ayudaré a limpiarte. Una vez hecho esto, podemos hablar sobre lo que puedes hacer de ahora en adelante ¿vale? —Shiro sonrió mientras Velri asentía con la cabeza.
Al llegar de vuelta a su posada, los tres subieron por la ventana de Kuromi.
—Bienvenidas de vuelta. Parece que has traído a una persona adicional también —Kuromi levantó una ceja.