—Dicho esto, me sorprende que seas la Reina Sílfide. Iziuel se alegraría mucho si supiera que se ha coronado una nueva reina —Edvimar sacudió suavemente la cabeza antes de sonreírle.
Frunciendo el ceño, Shiro estaba confundida sobre cómo él sabía que ella era la reina sílfide y qué tipo de conexión tenía con Iziuel.
—¿Cómo sabes que soy la reina sílfide? —preguntó ella con curiosidad.
—Bueno, tuve un contrato con Iziuel cuando estaba vivo, así que soy más sensible a lo que siente un espíritu. De todos modos, no me queda mucho ya que cuanto más te hablo, más poder pierdo. Esto es solo una proyección después de todo. Una vez que se acabe el mana almacenado, desapareceré. Así que aunque quiero hablar más contigo, el tiempo no me lo permite. Pero déjame darte tu última recompensa —Edvimar dijo mientras flexionaba los dedos.