Las chicas se miraron antes de asentir.
Dieron un paso adelante hacia el vigilante, pero Shiro fue rechazada hacia atrás por una barrera.
—¿Qué significa esto? —Shiro frunció el ceño.
—Tus capacidades superan con creces a las de tus amigas. Deberás tomar una prueba aparte —el vigilante respondió simplemente.
Entrecerrando sus ojos ante su respuesta, Shiro suspiró.
—Bueno, buena suerte chicas. Estaré animándolas —sonrió hacia el trío.
—Gracias —asintieron antes de colocarse frente al vigilante.
Lyrica y Madison tomaron la línea del frente mientras Silvia permanecía atrás con un puñal en la mano.
Inclinando su cabeza, el vigilante miró a Silvia.
—¿Cómo pasaste? Lógicamente no deberías haber pasado con tu falta de experiencia con armas blancas. Una situación peculiar, pero de todos modos, comencemos —dijo moviendo su cabeza.
Chasqueando sus dedos, otra espada apareció en sus manos.
*¡BANG!
Reaccionando por instinto, Lyrica apenas pudo parar el corte a su cuello.