Tardó un tiempo antes de que sus vidas volvieran a la normalidad, pero Adrienne estaba aliviada de que Lennox estuviera en casa con ella. Sus heridas empezaban a sanar, y finalmente pudieron comenzar a avanzar desde el difícil trance.
Sus hermanos estaban agradecidos por su regreso seguro y no podían esperar para pasar más tiempo con él. Adrienne podía ver el alivio en los ojos de Noah al mirar a Lennox. Sabía que el joven había pasado por mucho durante las últimas semanas, pero ahora finalmente podría empezar a recuperarse.
Myrtle finalmente se había mudado con Gavin aunque ya no tenían que preocuparse por las amenazas de Alistair. Después de todo lo que Myrtle había sufrido durante su ausencia, Gavin estaba decidido a proporcionarle un hogar seguro y lleno de amor. Adrienne solo podía esperar que las cosas funcionaran para bien.