—Addie, ¿está bien si me voy a casa temprano esta noche? —preguntó Myrtle a su mejor amiga y jefa.
Adrienne levantó la mirada de su portátil para ver a su amiga. Sonrió y contestó:
—Claro, Myrtle. Si has terminado tus tareas por el día, siéntete libre de irte temprano. ¿Todo está bien?
Myrtle suspiró y colocó los informes de ventas que los gerentes de sucursal le enviaron en el escritorio de Adrienne.
—Ayla dio a luz anoche. Quiero ayudar a Mamá. Ha estado estresada durante semanas; sabía que no sería fácil. Además, yo misma podría usar algo de descanso. ¿Hay algo urgente que necesite mi atención antes de irme?
Adrienne negó con la cabeza:
—No, todo parece estar bajo control. Tómate el tiempo que necesites y también cuida de ti misma. Si surge algo urgente, te lo haré saber.
Se detuvo un momento y miró la fecha en la pantalla de su portátil. No esperaba que su prima diera a luz tan pronto, ya que aún faltaban unas semanas para que Ayla llegara a término completo.