Lennox preferiría no visitar a sus abuelos, pero puesto que el plan de negocios para el antiguo proyecto de su padre estaba listo, necesitaba presentarlo a su abuelo, quien tenía la última palabra sobre si el proyecto seguiría adelante. Estaba seguro de que su plan impresionaría a su abuelo y lo convencería de apoyar el proyecto.
Lennox y su equipo pasaron incontables horas investigando y planificando, asegurándose de que cada decisión estuviera bien pensada y apoyada por pruebas. Sabía que la aprobación de su abuelo validaría su arduo trabajo y acercaría el proyecto un paso más a convertirse en realidad.
Cuando recibió una señal de su abuelo para proceder, Lennox estaba exultante y no podía esperar para celebrar con Adrienne. Después de intercambiar algunas palabras con su abuelo, Lennox salió de su estudio, ansioso por llamar a su esposa.