Mientras caminaban hacia el coche, Noah no podía evitar sentirse agradecido por tener a Adrienne en su vida. Ella era más que la esposa de su hermano; era su pilar de fuerza y apoyo. Sabía que ella siempre estaría ahí para él, sin importar lo que pasara.
Esperó en el coche con Kalista mientras Adrienne recogía a su hermana mayor, Scarlett. Scarlett abrió inmediatamente la puerta trasera y obligó a Noah a hacer espacio para ella. Poco después, Adrienne siguió y cerró la puerta tras ella.
Luego, tomó unas toallas de una bolsa y se las dio a Noah y a Scarlett. Adrienne se aseguró de que estuvieran cómodos y calientes antes de salir del recinto escolar.
Mientras conducían de vuelta a la residencia de los Qin, Noah sentía una sensación de paz invadirlo. Miró por la ventana la lluvia y la escuchó golpear contra el coche. Se sentía feliz y satisfecho, sabiendo que había encontrado una amiga y tenía a Adrienne a su lado.