Llegar al Jardín Jinxiu trajo tantos recuerdos para Adrienne. Este era el lugar donde había pasado todo el tiempo en el pasado con Lennox y sus hermanos. Ahora que estaba casada con Lennox, Adrienne sabía que este sería su segundo hogar. Adrienne no pudo evitar sonreír ante la nostalgia que llenaba su corazón mientras caminaba por los senderos familiares.
Las risas, conversaciones y momentos compartidos que había experimentado con Lennox y sus hermanos le hicieron sentir un profundo sentido de pertenencia y amor. Al entrar a este jardín como esposa de Lennox, Adrienne sintió una pizca de felicidad al saber que este lugar siempre tendría un significado especial en sus vidas juntos.
—Eso sorprendentemente salió bien. Pensé que el Tío Reese te había asado vivo antes. Nunca lo había visto tan molesto —dijo Adrienne mientras subía las escaleras siguiendo a su esposo.
—Tengo la sensación de que tu tío ya me ha puesto en su lista negra —gruñó Lennox.