Adrienne no sabía qué decir. Solo estaba bromeando cuando dijo que Lennox ya no parecía tener prisa por casarse con ella, de ahí su prolongado retraso. Sin embargo, ahora que él le estaba pidiendo su mano en matrimonio, se sentía una mezcla de sorpresa y confusión. No podía evitar preguntarse si Lennox realmente quería casarse con ella o si solo estaba tratando de apaciguarla.
—¿Estás seguro de que quieres casarte con alguien como yo? Sabes por qué me estoy casando contigo, ¿verdad? —preguntó ella.
Cuando ella le propuso matrimonio hace tres años, Adrienne solo quería asegurar su futuro evitando ser obligada a casarse con Alistair Han. Nunca esperó que Lennox se encariñara con ella, y su repentino cambio de corazón la dejó sintiéndose incierta.