—Tocó la esquina de sus ojos con el pañuelo y luego continuó hablando con una voz conmovida —¡Me impresionó tu acción de salvar a la gente así como al tubérculo de tortuga! Para mí, ¡eres mi heroína, Qi Qi!
Su confesión hizo que Mo Qiang frunciera los labios, parpadeó y luego inclinó la cabeza antes de preguntar —¿Realmente quieres quedarte a mi lado?
—¡Sí, sí! ¿Dónde encontraría una cintura tan fuerte y un trasero tan firme? ¡Hasta ese gran pecho suyo era suficiente para hacerlo babear! ¿A quién le importaba dónde comenzaba su relación y cómo había comenzado, siempre que terminaran en la cama, su esposa sería suya!
Su padre solía decirle que incluso una relación que comenzara con lujuria mientras permanecieran juntos no tardarían dos personas en enamorarse una de la otra.
Una vez que tuviera su bebé y su vientre empezara a crecer, ¡Yin Fu estaba seguro de que él sería el ganador de todos!
—¡Nadie podrá arrebatarle la posición de esposo oficial!
