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La puerta en la que Xiao Jiao estaba tocando se deslizó abierta y Mo Xifeng, quien estaba vestida en pijamas completamente blancas, miró hacia abajo a la pequeña ardilla cerca de sus pies.
—¿Señorita Xiao Jiao? —Mo Xifeng no sabía cómo dirigirse a la pequeña ardilla. Ella quería llamarla Xiao Jiao como Mo Qiang pero después de que Mo Xifeng viera a Xiao Jiao mandar volando a la señora Lian por los aires, ya no trató a la pequeña cosa solo como una mascota. Así que, Mo Xifeng respetuosamente empezó a llamar a Xiao Jiao como señorita Xiao Jiao—. ¿Hay algo de lo que preocuparse?
