La Señora Lian se volvió para mirar a su estúpido socio Ou Qi, quien convirtió las cartas ganadoras en perdedoras.
—¿De qué estás hablando, Ou Qi? —La Señora Lian intentó detener a la mujer a su lado, no deseaba asumir la responsabilidad de la situación que se avecinaba, sino que quería colocar la culpa en la cabeza de Mo Qiang.
¿Cómo lo haría si se separaran?
Sin embargo, Ou Qi no comprendió la súplica de ayuda que la Señora Lian le envió, en su lugar se dirigió a ella y habló con justicia —Señora Lian, sé que eres amable y cariñosa, pero a veces, hay quienes se comportan ostentosamente porque piensan que pueden salirse con la suya. En tales circunstancias, necesitas tomar una posición y no dejar que te pasen por encima.
¡Idiota!
