—¿Estás seguro de ello? —preguntó Vincenzo cuando Elliana le contó sobre sus planes, y Elliana asintió.
—Confía en mí —susurró Elliana mientras sostenía su mano.
El plan era simple.
Ella usaría sus habilidades de teletransportación para llevarlos a una zona remota cerca del palacio y caminarían hacia el palacio.
Cuando Sebastián les preguntara por qué estaban caminando allí, él podría decirles que su coche tenía algunos problemas.
De esta manera llegarían al palacio más rápido y podrían salvarse de la ira de Sebastián.
Y para sus preguntas sobre dónde estaba ella, tenía la respuesta en sus manos.
—Hagámoslo —Vincenzo tomó una respiración profunda, permitiendo que Elliana ejecutara su magia.
Elliana cerró los ojos e imaginó el edificio abandonado cerca del mercado donde nadie los vería y se preguntaría de dónde aparecieron.
Una vez llegaron al lugar, después de asegurarse de que nadie los vio, Elliana y Vincenzo caminaron hacia el palacio.