Tiempo presente
Sebastián salió de su coche y caminó hacia la playa donde los cuerpos aún yacían.
Sus ojos sin vida llenos de pánico y miedo, abiertos de par en par, eran una clara indicación de que lo que fuera, era aterrador para ellos y ni siquiera tuvieron la oportunidad de reaccionar a nada.
Se sentó cerca de uno de los cuerpos, tomando una profunda respiración.
Cerró los ojos antes de volverse hacia su hombre que había informado de la muerte de todos en la orilla.
—¿Pudieron encontrar algo sobre lo que pasó aquí? —preguntó Sebastián, y el hombre negó con la cabeza.
El príncipe volvió a mirar hacia la orilla, algo captó su atención, haciendo que su mirada se volviera fría.
Se levantó de su lugar y caminó hacia la zona que llevaba a las Cuevas de Mora.
Miró directamente la escena frente a sus ojos antes de apretar las mandíbulas.