—¿Has obtenido la información sobre los hombres que atacaron? —preguntó Sebastián, y Lucas asintió tímidamente.
—Sí, señor. Utilizamos las grabaciones de CCTV de la zona cercana al bosque y los encontramos. Son vampiros a sueldo a los que la gente contrata para hacer su trabajo sucio —respondió Lucas.
—¿Sabes dónde los encontraremos? —preguntó Sebastián.
—Encontramos la ubicación, señor. Estaremos allí en veinte minutos —añadió Ambrose, y Lucas lo miró con enojo.
¿Acaso no sabe interpretar la situación? Su príncipe estaba más que furioso. No iba allí a hablar. Iba allí a desatar el caos sobre ellos.
—Hace mucho tiempo que no como algo nutritivo de todas formas —susurró Sebastián para sí mismo, pero fue suficiente para asentar el miedo en la mente de Lucas.
—¿Por qué harías eso? ¿Por qué le dirías la ubicación? —Lucas gritó en el espacio mental de Ambrose.