—¿Estás segura de eso? Creo que deberías pensarlo dos veces antes de tomar una decisión así. No estoy seguro de si a ella realmente le gustaría. No me malinterpretes, pero podría pensar que estás haciendo esto para espiarla, y sabes que cuando se enfada, las cosas no salen bien —dijo Marcello a las chicas, que rodaron los ojos.
—Lo hemos pensado bien. No tienes que preocuparte. Esta es la única manera de poder estar con ella, y no voy a dejarla —señaló Glow a Marcello, quien tomó una respiración profunda antes de asentir.
—Está bien. Si esa es tu decisión, solo ten en cuenta que... —Marcello le sostuvo la mano con una mirada reconfortante— la vida profesional es diferente de la vida personal. Si te descubren, yo no sabía nada de esto, y no te atrevas a mencionar mi nombre —dijo Marcello con una sonrisa descarada.
Glow y las chicas...