—Princesa, espera —Sebastián se apresuró detrás de ella, deteniéndose al verla mirando los caballos.
Todos los primos que habían terminado su té y querían disfrutar de algunos deportes, ya que había pasado mucho tiempo desde que se reunieron todos, pasaron junto a Sebastián.
—Parece que la princesa quiere ir a montar a caballo, Sebastián —bromeó Marcus.
Sebastián apretó sus manos.
Él también podía verlo. Desafortunadamente, los animales suelen tenerle miedo y no lo dejan acercarse a ellos sin volverse locos.
Su madre solía ayudarlo con estas cosas antes. No ha montado a caballo desde entonces.
—¿Quién está listo para una carrera? —Victoria sonrió con Brooklyn mientras caminaban hacia los caballos.
Todo el mundo levantó sus manos y Sebastián miró a Elliana, quien se volvió hacia él con una sonrisa suave.
Sus ojos claramente decían que ella también quería montar.
—¿Sabes montar a caballo? —Sebastián le preguntó, sin querer dejar que esa sonrisa desapareciera de su rostro.