—Decir que Alcinder estaba asombrado sería quedarse corto —dijo él.
Este vampiro estaba prácticamente postrado a los pies de Elliana solo porque ella dijo que no llamaría a este vampiro suyo. ¿Qué diablos era todo esto?
¿Era realmente algo así como una secta lo que ese hombre dijo? Alcinder miró a todas las chicas, parado como una estatua.
¿Estas personas no tienen dignidad alguna? Elliana prácticamente abofeteó a esa chica fuerte en la cara. Esa bofetada fue tan fuerte que incluso él apretó su mano.
¿Todo esto solo porque esa chica fue atrapada por la guardia real de vampiros y arriesgó la identidad de Elliana?
¿Acaso esta chica humana no tiene presencia de ánimo? ¿Piensa que alguien querría estar en esa situación?
Ella era la que hablaba de humanidad con ese líder, ¿y qué diablos estaba haciendo ahora? Él apretó los labios en una línea delgada.
—Suelta mi pierna, Natasha —Elliana intentó apartar a la chica de sus piernas tan educadamente como pudo.