—¡Demonios! —Dexter se quejó al sentir su cabeza cada vez más pesada.
¿Dónde estaba? ¿Qué diablos estaba pasando? ¿Por qué le dolía tanto la cabeza? Dexter gimió y Drake, que estaba ocupado usando su teléfono, lo miró.
—¿Así que finalmente despertaste? —Dexter escuchó la voz de Drake en cuanto abrió los ojos, y frunció el ceño de dolor, sintiendo todo su cuerpo como si hubiera sido atropellado por un camión y sus huesos rotos antes de ser puestos de nuevo en su lugar.
¿Qué le estaba pasando? Dexter miró alrededor, encontrándose con cierta dificultad para recordar lo sucedido.
—¿Dónde estoy? —preguntó con la cabeza hecha un lío.
—Para alguien que no se duerme fácilmente, seguro has estado durmiendo un buen rato —Drake se acercó a él antes de sentarse en el borde de la cama.
—¿Qué hacías en la habitación de Elliana? Su guardaespaldas te llevó en brazos hasta tu habitación —Las palabras de Drake hicieron que Dexter alzara las cejas.