—Mmmmpphhh —Sebastián se giró hacia la chica mientras echaba el cerrojo de la puerta después de una hora.
Le tomó una hora decidir que podría controlar su ira alrededor de su princesa y no terminaría lastimándola.
Con un suspiro, caminó hacia la princesa y sostuvo su mano sobre el edredón. Aunque su cara estaba oculta con una máscara, si Elliana hubiera estado despierta, se habría sentido muy feliz viéndolo mirarla así.
—¿Vincenzo? —Sebastián llamó al número que Lucas dijo había estado molestando durante las últimas 24 horas.
—Sebastián, ¿estás intentando contactar a Marcello? —Vincenzo no era como Stephano que daba vueltas en círculos, y fue directo al punto en lugar de perder tiempo.
—¿No están tus hombres ya buscándolo? ¿Qué pasó? ¿No puedes localizarlo? —Sebastián miró a su esposa, cuyo latido del corazón aumentó de repente, y colocó su mano de vuelta sobre la de ella para calmarla.