Después de oír suficiente, Sebastián salió del pasillo.
—La lanzaron delante de algunos chicos para que se diviertan, —Ese lugar era su dulce escapada, —Vino intentando suicidarse, —Ella me salvó, —La envidio,
Las palabras de Dexter resonaban en su cabeza.
—¿Has visto a la Princesa? Quiero decir, a Elliana —preguntó Sebastián a un chico al azar, y cuando este negó con la cabeza, Sebastián entrecerró los ojos.
¿Dónde fue la princesa? No está en el patio trasero ni donde habían preparado la fogata. Diablos, incluso sus amigas ya están de vuelta en sus habitaciones.
Sebastián miró alrededor, chocando contra alguien mientras avanzaba.
—Oye, ¿no puedes ver? —Boston miró al supuesto guardaespaldas de Elliana antes de sonreír mientras hablaba por teléfono.