Capítulo -101
—Jeje, volví a usar las palabras incorrectas. Mira, mira aquí —Elliana señaló sus ojos, apoyando más de la mitad de su peso en Sebastián, haciéndole suspirar.
Si hubiera tardado solo un segundo más en corregirse, él realmente habría hecho lo que ella le pidió que hiciera.
¡Qué descarada es esta chica!!!
—Me gusta cuando miras mis ojos. Me siento... ¿notada? —Elliana frunció el ceño como si le resultara difícil encontrar la palabra correcta para la sensación que sentía.
Él miró a los ojos suaves de la chica, que sonreía de oreja a oreja, y colocó su mano en su cabeza, acariciándola.
—¿Por qué bebiste si no puedes aguantar el licor, eh? —Sebastián pellizcó sus mejillas entre su dedo índice y su pulgar, tirando de ellas, disfrutando de la sensación regordeta que sus mejillas le proporcionaban mientras ella fruncía el ceño.